martes, 27 de marzo de 2012

Déjame dormir contigo.

¿Cuántos días podría estar perdida en tu pelo? Doscientos, trescientos, quizá mil quinientos años.

¿Es esa la clave? ¿Hemos encontrado la razón de lo más puro y real? Quién sabe.. el caso es que sucede, que no es poco, y que es inmortal.


Es sólo un pequeño manifiesto después de algunos días de desaparición, un manifiesto precioso.

martes, 20 de marzo de 2012

Carpe diem, busquen la salida.

A estas alturas creo que por fin me he insensibilizado. Ha sido largo tiempo de peleas constantes contra todo, y en especial contra mí. Y ahora simplemente asumo lo que va llegando, lo tomo con calma, incluso con indiferencia. Y no sé si eso es exactamente bueno, o simplemente mejor que antes.

En fin, como todos dicen, ya queda poco.


Con todo, a veces me sigue hirviendo la sangre escuchando quejas y lamentos del que no debe lamentar. Supongo que me falta un poco más de entrenamiento para pasar de eso también, y dejárselo a los más irascibles.

viernes, 16 de marzo de 2012

miércoles, 14 de marzo de 2012

3'14.

La veía pasar cada día desde que tenía uso de razón y siempre la saludaba, con ese entusiasmo que su gesto gracioso le hacía sacar. La gente solía decir que sus andares de patito bailarín combinados con los hoyuelos de su cara le alegraban el día al más desdichado, despedía vida por los cuatro costados. Tan acostumbrado estaba a verla que no podría saber con certeza si en apariencia había cambiado o no, aunque últimamente su piel se había vuelto más marrón. Por lo demás, seguía sonriendo, andando con energía entre la gente que siempre la había visto. Pero un día borroso, uno de estos que salen desenfocados en la cámara de fotos, vio que había mudado la sonrisa por una extraña mueca, y su gesto recordaba al de un payaso triste.

-¿Qué te pasa, bonita? ¿Por qué hoy no me saludas?

Y ella no parecía escucharle, y no porque no le pareciera digno de su atención, sino porque algo se había helado en su rostro. Fue entonces cuando se percató de que la pequeña se estaba resquebrajando, que su piel ya no se mostraba firme, que le había llegado el otoño y se estaba quedando sin hojas. Él empezó a llorar con desesperación, a lamentarse.

-¿Qué te han hecho?
-Que me han matado. Que la vida no es esto. Que ya nadie mira por el todo.

Nunca olvidaría la mirada cansada de los sueños, una mirada de millones de años en una carita seria y sin rumbo.


martes, 13 de marzo de 2012

Qué pena.

¿De verdad no hay nadie a quien le importe un poco el resto de la gente? ¿Toda acción que a primeras parezca altruista tiene que tener detrás un interés? ¿A nadie le suena la palabra solidaridad o qué?

Qué triste me parece el mundo.

Y yo que pensaba que con toda esa campaña de Kony 2012 se iba a poner fin a algo grave, que se había conseguido la maravilla de unir a millones de personas por una causa justa y altruista, que manifestarse pacíficamente por el simple hecho de ayudar a otras personas servía para algo.. y me encuentro con que precisamente donde se esconde el hijo de puta de Kony y a donde se han mandado cien soldados estadounidenses se ha encontrado un gran yacimiento de petróleo. Qué casualidad.

Me he sentido una imbécil integral. Por confiada, por ilusa, por pensar que realmente existen los actos desinteresados. Vaya asco de naturaleza humana, qué vergüenza me da a veces tener que pertenecer a ella. Homo homini lupus. Y tanto.

http://www.mentesalternas.com/2012/03/kony.html
http://www.rtve.es/noticias/20120308/lider-guerrilla-ugandesa-joseph-kony-se-convierte-objetivo-campana-viral/505918.shtml
http://elpravda.blogspot.com/2012/03/kony-2012-campana-viral-con-interes.html

Qué pena, de verdad. Qué tristeza tan tremenda.


martes, 6 de marzo de 2012

Se me ponen si me besas..

Hoy he escuchado esta canción y me he sentido mucho más pequeña. Será que la primera vez que la escuché tendría unos once años, y que me la aprendí sólo escuchándosela cantar a unos cuantos.. será que cada vez que la escucho me transporta a la Sierra de Gredos.

Aunque ahora, además de todo eso, tiene por fin un sentido completo. Ahora existe un destinatario. Su atemporalidad ha hecho que siempre me haya gustado, pero ahora que conozco a cierto hombrecillo acaracolado, la canción me gusta todavía más.

.. rojitas las orejas.


Pon carita de pena, que ya sabes que haré todo lo que tú quieras.

lunes, 5 de marzo de 2012

La magia existe II.

Tengo un borbotón de palabras salteadas en mi cabeza que no quieren ordenarse. Al menos, no van a crear nada bello. Escribo sólo porque tengo ganas de decir que me alegro de haber encontrado otra vez la ilusión con la que me bebía los libros algunos años atrás, que me encanta ese no dormir por seguir leyendo, el decir "tío, me he acabado 400 páginas en un par de días", que me siento mejor conmigo misma. Y que ahora que por fin he abierto la saga de Memorias de Idhún sólo puedo reprocharme el no haberlo hecho hace años.

Echaba de menos las buenas trilogías, y ya llevo dos geniales este curso (¡qué contenta estoy!). Supongo que desde que me acabé el último de Harry Potter por tercera vez, y después de leérmelo también en inglés, se me quedó un pequeño (gran) vacío literario. Que me puse súper triste, vamos. Por lo general odio los finales de los libros por la sencilla razón de que de una página a otra dejan de vivir conmigo, después de algunos días bebiendo de sus aventuras, desventuras y demás. Pero el final de Harry Potter fue devastador, el final de la serie de mi infancia y mi adolescencia (ya sé que soy una pesada con eso), y echaba de menos vincularme de nuevo a unos personajes que me marcaran tanto como ellos..

Así que nada, hace unos tres meses me enganché sobremanera con la trilogía de Los Juegos del Hambre (TODOS DEBÉIS LEEROS ESOS LIBROS). Y ahora Memorias de Idhún ocupa el puesto de vicio lector, hasta que irremediablemente me acabe la trilogía y tenga que buscarme otro chachi-libro.


jueves, 1 de marzo de 2012

Close enough to start a war.

-¿Sabes? Antes tus ojos me recordaban lo cálidos que eran los atardeceres en la playa. Y no sé qué te pasa, que ahora sólo veo tormentas de nieve.
Sonríe sólo un poco. Suspira, y empieza a hablar.
-Hace tiempo que me pregunto qué estoy haciendo mal. Por qué sé que puedo hacer algo, y sin embargo no consigo hacerlo bien. Por qué se acabó el "se me da genial". Y, sobre todo, por qué no puedo dejar de pensar que mi sitio está en otro lugar.
-¿Vas a tirar la toalla?
-¿Ahora? -se ríe suavemente-. No. ¿Para qué voy a dejarlo a medio camino? Ya que he llegado hasta aquí, me quedo hasta el final. Un final que espero que llegue pronto.
-Quisiera poder decirte algo que te animase.
Se seca los ojos con asombroso reflejo, y susurra:
-Llévame a casa.